domingo, 15 de febrero de 2015

Emoción y Conflicto.

Este es un artículo que escribí hace años para colaborar con el portal Español de Inteligencia Emocional. Lo he encontrado ahora y he pensado que sería muy interesante poderlo compartir aquí. Espero que os guste.

Generalmente, no solemos enfocar el conflicto de la forma más productiva posible. La mayoría de las veces, desviamos el problema principal, hacía la sensación de peligro o de competencia. Sin embargo, si abordásemos el conflicto desde la perspectiva de buscar la mejor solución para todas las partes implicadas, intentando mantener el bienestar de todos, tanto en el proceso de solución de problemas cómo posteriormente, cuando implantemos estas soluciones. Los conflictos no serían una fuente de estrés y angustia, sino una forma de mejorar una situación, algo que en el futuro podríamos agradecer.
Cuando sentimos que los otros nos atacan, nos menosprecian… se activan los sistemas emocionales que nos avisan de un peligro; provocando respuestas de miedo, sumisión, ansiedad, ira, asco… para evitar la exposición a la amenaza trataremos de huir de ella, o bien disminuir el riesgo que representa; (para ello necesitaremos atacarla). Estos sistemas se activan de forma rápida, sin embargo, su desactivación tarda mucho más.
Cuando sentimos que alguien lucha contra nosotros por un mismo objetivo, activamos los sistemas de búsqueda de logro, intentando esforzarnos más para conseguir el logro. Estos sistemas pueden ser muy útiles cuando luchamos contra nosotros mismos, pero si competimos con otra persona, puede llegar a darse la situación, en que no valoremos los esfuerzos del otro, y en que queramos estar siempre por encima, sin valorar la valía de la otra persona.

Sin embargo se puede abordar el conflicto desde la empatía, explicando cómo nos hace sentir, y entendiendo cómo se siente el otro. Responsabilizándonos, de nuestra parte de responsabilidad en el problema, y buscando todos juntos una solución factible. Apoyando emocionalmente, en el proceso a todos los implicados, desde el bienestar. Cuando nos acercamos a otras personas dándoles la calma y la seguridad positiva (similar al vínculo afectivo), esta persona se siente más libre y con más creatividad para resolver el problema; con esta actitud podemos lograr que los conflictos nos unan en vez de separarnos; podemos convertir los conflictos en oportunidades para crecer emocionalmente, y también cómo familia.

Anaïs Cerrillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario